No somos lo que nos dicen, ni somos lo que la ciencia supone – no somos simple
materia - ni como baterías una
acumulación de energía; somos algo más, algo que pocas veces entendemos, somos
algo tan pequeño y tan grande… somos
algo que en realidad pocas veces sabemos que somos.
En ocasiones ni siquiera somos, y a veces solo somos.
Sé que puede sonar tonto y no es algo trascendental ni que va a
cambiar la vida de nadie, lo único que quiero decir es que solo somos momentos,
somos una acumulación de minutos en el tiempo de otras personas, por ello
podemos ser un buen o mal momento; ser momento de paz o de guerra, un efímero momento de amor y pasión o también un momento de rabia y locura.
Podemos ser el momento que queremos ser.
Y si somos momentos ¿qué estamos haciendo con nosotros
mismos?, canjeamos lo único que somos; un momento en el mundo, ¡y lo cambiamos
por dinero! ¡Un carro! ¡Una vida social! Desperdiciamos lo
verdaderamente importante, ser momentos en nuestros padres, hijos, amantes,
amigos y peor aún; perdemos la oportunidad de ser momentos en nuestro
tiempo con nosotros mismos, ese momento, ese tiempo al que llamas “soledad”.
Es ese momento el mejor de todos, cuando te buscas, cuando
sientes que te entiendes y es solo en ese momento cuando puedes verte y decidir
si eres lo que quieres o darte cuenta que solo eres lo que otros quieren de ti.
Creo que este es el momento de hacer tu momento.
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